El Comité de Empresa de Adif considera el hecho "un atentado a la seguridad de la circulación y a la regularidad de los trenes", que la empresa defiende "por motivos económicos y técnicos".

En la comisión de conflictos laborales celebrada en Madrid el martes no ha habido acuerdo y la empresa "sigue en su postura cerrada", ha señalado el presidente del comité, Ciriaco Jiménez.

Adif y los representantes de los trabajadores mantienen un acuerdo desde 2005 para "mantener los puestos de supervisor de circulación mientras exista esa categoría", hasta que en junio anunció la supresión de cuatro de las seis plazas de supervisores de circulación.

Reducción de empleo

Esto "no supone despidos ni desplazamientos", pero "a la larga sí implica una reducción de puestos de trabajo", ya que cuando los que los ocupan ahora se jubilen sus plazas no se cubrirán.

La  medida entrará en vigor el 1 de septiembre y tiene repercusiones sobre los salarios de los trabajadores, ya que los factores de circulación que antes hacían de supervisores verán rebajados sus emolumentos, dado que estaba previsto que "mientras que existieran supervisores los factores iban a reemplazarlos". Según Jiménez, esta reducción también se está aplicando en otros lugares.

Aislamiento

El Comité de Empresa ha llamado la atención, a la vez, acerca de que con el otoño llegará "un nuevo punto de inflexión" para Ávila "si se quiere mantener el ferrocarril como lo conocemos, como un servicio público, social y seguro, con las relaciones con las provincias limítrofes y que vertebra el país".

Se refieren a la llegada de la electrificación de la línea entre Salamanca y Medina del Campo (Valladolid) y la alta velocidad entre León y Zamora, que es "sinónimo de riqueza para la ministra de Fomento, Ana Pastor", pero que para la ciudad de Ávila "puede ser sinónimo de aislamiento, atraso, despoblación y más paro".