Se trata de un joven de 24 años, que fue arrestado por un delito de  malos tratos en el ámbito familiar, tras la denuncia de su pareja, y otro de tráfico de drogas.

El detenido había instalado en varias dependencias del domicilio familiar un laboratorio casero para el cultivo de sustancias estupefacientes, sobre todo marihuana, que luego procesaba para obtener distintos productos ilegales que se pueden obtener de esta planta, como maría o hachís, con los que luego traficaba.

La detención se produjo el domingo cuando una joven se presentó en las dependencias de la Comisaría de la Policía con la intención de denunciar a su pareja por los malos tratos físicos y psíquicos que había estado sufrido desde hace tres años, al poco tiempo de iniciar la relación con el detenido.

La víctima, que nunca antes había denunciado los hechos, decidió  avisar a la Policía cuando durante el último episodio de violencia sufrido su pareja amenazó con unas tijeras a la niña que ambos tienen en común si decidía poner fin a la relación.

Durante la tramitación de las correspondientes diligencias policiales se conoció que el agresor cultivaba en casa marihuana para luego venderla.

Registro

Tras solicitar el mandamiento judicial de entrada y registro se procedió a  entrar en la vivienda el lunes por la mañana y a la detención del acusado, que ha pasado a disposición judicial.

En la casa se encontró el laboratorio de cultivo en una de las habitaciones, dinero, diversas cantidades de droga y utensilios para la venta de la droga.

Se intervinieron 350 euros, 788 gramos de marihuana picada, 84 plantas de marihuana, siete gramos de hachís y polen, hongos alucinógenos, tres picadoras de marihuana, 40 bolsas con autocierre, cuatro lámparas para iluminar y calentar las plantas, semilleros, termómetros, fumigadores, transformadores, ventiladores, extractores de aire y una tienda armario de lona.