Miembros del Colectivo Azálvaro hallaron restos óseos de buitre leonado junto a una torreta y un cadáver accidentado de un buitre leonado colgando en el apoyo de una línea eléctrica de evacuación del Parque Eólico Ávila, de la empresa EDP-Energías de Portugal.

Se trata de una línea eléctrica situada junto al Centro de Transferencia de Residuos Ávila-Norte, situado en Urraca-Miguel, donde proponen "un estudio de medidas protectoras y correctoras que minimicen o supriman los posibles impactos negativos", según el presidente del Colectivo Azálvaro, José Aguilera.

Pocos días después se localizó otro cadáver de buitre leonado junto a un arroyo, lo que es indicio de intoxicación, como confirmó la necropsia: en su interior tenían restos de plástico, que  técnicamente se conocen como egagrópilas.

"En los últimos años, una gran cantidad de aves necrófagas se concentran de forma permanente en las inmediaciones del vertedero", y a causa de esto "atraviesan a diario varias líneas eléctricas y de aerogeneradores para alimentarse de productos tóxicos o indigestos en la zona de rechazo del centro de residuos".

La entidad recuerda que las aves necrófagas están protegidas por la legislación ambiental española como europea, y consideradas de interés comunitario en la Red Natura 2000, lo que "implica la adopción de medidas para conservar o mejorar el estado de conservación de estas especies y de sus hábitats".