Llamativo es el libro donde la cofradía del Resucitado detalla su actividad dedicada a atender a los abulenses y a sus familias que regresaban heridos de la Guerra de Cuba, pero en general todos los detalles de sus libros son refleja de "cómo era la ciudad", según ha indicado Emilio Iglesias, presidente de la Junta de Semana Santa y que publicó un libro sobre estas cofradías.

Dos cofradías
Una sola entidad desde 1944, fueron dos cofradías desde el siglo XVII. La del Santísimo Cristo del Resucitado fue fundada en 1690 y sus libros de cuentas y acuerdos cedidos alcanzan hasta 1983, mientras que la de Nuestra del Buen Suceso data de 1698 y tuvo su sede hasta la fusión en una ermita dependiente de la parroquia de San Andrés.

Entre los documentos de ésta se encuentra un libro donde se apuntan las tierras que en distintos puntos de la provincia tenían en propiedad gracias a haberlas recibido en herencia.

Digitalizados
El vicepresidente de la cofradía, Ángel Samuel Jiménez, ha explicado que los documentos fueron "hallados hace unos 30 años en un pequeño cajón de la ermita" de El Pradillo y, tras conservarlos en una vitrina, la mejor idea fue la depositarlos en el archivo para que "queden salvaguardados y conservados eficientemente" para evitar robos o incendios, además de que sean digitalizados "para que puedan ser consultados".

La directora del archivo, Carmen López Sanchidrián, ha señalado que se trata de "una práctica habitual en los archivos públicos", además de que "se aceptan donaciones de patrimonio documental, siempre con la premisa de que sean puestos a disposición de todos los usuarios".

Son varios volúmenes los que conforman el archivo de la cofradía, que "aparentemente están en buen estado, con alguna hoja rasgada pero sin humedades", con "una salud buena sin que sea necesaria ninguna rehabilitación", ha explicado.

El archivo también tiene en depósito la documentación de la Cofradía de Nuestra Señora de la Cabeza.

Iglesias ha explicado que cuando analizó los libros para publicar el libro sobre la cofradía pudo ver "el día a día de una cofradía y de la ciudad hace 300 y 400 años", reflejo de "la historia viva" de la entidad, de la Semana Santa y de la ciudad.