"Hay gente que antes estaba con el partido y ahora no está o tiene dudas de estar o se lo está pensando", mientras que otros se quedan fuera. A ellos les ha dicho que el PP "sigue siendo su partido" porque el partido "los necesita más que nunca", de cara a "cambiar y modificar lo que hay que cambiar y modificar, enmendar errores y políticas nuevas donde sean necesarias".

El PP "debe garantizar certezas y dar seguridades, no generar dudas", ha dicho, en una intervención donde ha destacado que los populares "han salvado dos veces el estado del bienestar" en España, y ha reclamado "perseverancia" en las políticas populares.

El partido de las "clases medias" necesita apoyos para lograr "un compromiso renovado para una etapa nueva" para "seguir contribuyendo a hacer un país mejor".

Herencia de paro
En este sentido, quiso recordar que cuando él llegó al poder en 1996 había una "herencia de paro y desorden económico" con el 24,5 por ciento de paro porque "cada vez que la izquierda ha gobernado ha legado una herencia de paro, endeudamiento y desorden económico", y cuando se marchó dejó "el país más próspero de toda la historia de España".

En este sentido, ha dicho que "se tiene que acabar eso de que la izquierda se funda España y venga luego el PP a arreglarla se tiene que acabar". "No se trata de que la izquierda vuelva disfrazada, se trata de que la izquierda no vuelva, ni con disfraz ni sin disfraz", ha advertido.

Y ha llamado a la renovación pero no a cualquier precio. Y en tono de broma ha dicho: "si a mí me tiene que renovar alguien, que me renueve Pablo Casado, que es un tipo estupendo", respecto al diputado por Ávila y responsable del Comité de Campaña.

Viejos populismos
La renovación "no es empezar un país desde cero cada 30 años" y "borrar a dos generaciones", ha dicho respecto a Ciudadanos. Y acerca de Podemos ha advertido de los "viejos populismos" que son "negras sombras" que acechan sobre España y Europa, que son "la mejor receta para ir directos al retroceso, la quiebra y el empobrecimiento".

En este sentido ha criticado que "los discípulos del chavismo decían que Venezuela no era Cuba hasta que se le empezó a parecer tanto que la han dejado arrasada". Los ha denominado "revolucionarios de salón dando lecciones a los demás todos los días".

También ha lamentado la presencia de numerosas formaciones políticas, "la idea de que cuanto más fraccionamiento, más democracia" y de que "el mejor candidato es el que no conoce nadie y de que la inexperiencia sea reconocida como una virtud".

También Aznar ha criticado al "nacionalismo insolidario" que quiere "quebrar la continuidad histórica de España", frente a lo que se encuentran las leyes y la Constitución, porque "a España ni le sobra unidad ni pluralidad".

Su visita a Ávila ha sido momento reencuentro con viejos amigos, y tras saludar a algunos, quiso destacar a dos: Evencio, de Arévalo y ya fallecido, "que la primera vez que me vio me dijo 'mira qué bonito viene el niño', y a Feliciano Blázquez. "No se entiende la historia de José María Aznar sin Feliciano", afirmó.