“Él tomaba tortillas francesas y café”, ha recordado Ansón, presidente de la Real Academia de Gastronomía Española, exdirector de RTVE y autor del libro ‘El año mágico de Adolfo Suárez’, que ha presentado en Ávila.

Ansón ha rememorado la etapa de Suárez como ministro secretario general del Movimiento, cuando le organizaba comidas con “gente importante de aquella época”, como “banqueros, generales, obispos o empresarios”, para que le hablaran bien de Suárez al rey. Ansón le explicaba antes lo que tenía que decir para que creyeran que sabía mucho de gastronomía, y “lo hacía muy bien”, hasta el punto de que “hablaba del Vega Sicilia como si no hubiera bebido otra cosa en su vida, o de las pulardas y las trufas”.

Sin embargo, a Suárez “no le interesaba la comida”, porque “los políticos están tan inmersos en la política que se olvidan de todo lo demás” y cuando Suárez comía con él “comía porque no le quedaba otro remedio”.

Crueldad histórica
El autor de ‘El año mágico de Adolfo Suárez’ ha querido dejar “bien claro” la “extraordinaria personalidad política y humana del político cebrereño, porque “fue capaz de hacer algo que no se había hecho nunca en la historia de la humanidad”, como fue pasar de una dictadura a una democracia “sin problemas”.

Y lo hizo, además, “en doce meses”, ha subrayado Ansón, recordando que “la izquierda pensaba que, después del franquismo, tenía derecho a heredar la continuidad”, mientras que “el franquismo y el ejército pensaban que podían seguir” y “él consiguió unir todas esas fuerzas y celebrar unas elecciones libres”.

"Fue una genialidad y hay que reconocérselo”, ha reivindicado Rafael Ansón. “No vale que la gente intente apuntarse éxitos o le critique por la mala evolución de lo que ha ocurrido después”.

Al respecto, Ansón ha reprochado el que a Suárez se le hiciera “una crítica demoledora, como si él tuviera la culpa de que existiera ETA, que las comunidades autónomas fueran autónomas y de que realmente hubiera libertad”, cuestiones que “se le echaron tanto en cara que, durante años, no podía casi salir a la calle”.

Injusticia histórica
“Hubo una crueldad y una injusticia histórica enorme” con Suárez, hasta el punto de que “todavía ahora, parece que la Constitución tiene la culpa de todos los errores que están cometiendo los políticos actuales”.

En su opinión, la Constitución aprobada en 1978 “está muy bien hecha”, pero “en ocasiones no se aplica”.

Al respecto, la consejera de Cultura y Turismo, Alicia García, ha señalado que libros como el de Ansón “recuerdan la grandeza de personas como Suárez, evocan lo que logramos juntos y nos reafirman en el mismo objetivo de entonces: el de no perder el futuro”. A la presentación han acudido los hermanos de Suárez.