En torno a 57.000 estudiantes han cursado sus estudios en el centro policial, casi el 85 por ciento de la plantilla del cuerpo.

La iniciativa de conceder este título partió del profesor del centro José María Vicente Toribio. Desde que se inició el expediente para otorgar el título de hijo adoptivo, el 8 de enero, han sido 43 las adhesiones enviadas por instituciones, asociaciones y entidades de distinto tipo.

Tras la aprobación por parte de la Junta de Gobierno Local, la decisión debe ser aprobada por el pleno municipal.

La propuesta presentada destacó que todos los alumnos que pasan por la ciudad "llevan el nombre de Ávila en su mente y en su corazón", porque "todos, sin excepción, recordarán su paso por esta ciudad y todos, de alguna manera, se sienten unidos de manera íntima e inefable a esta tierra que de modo maternal les acogió en sus primeros pasos hacia la noble tarea que su profesión entraña".

La difusión y proyección de la imagen de la capital abulense supone una aportación a los que se ha dado en llamar "el espíritu de Ávila", que es como se conoce al cambio que se quiso dar a la Policía Nacional cuando se instaló el centro de Ávila, coincidiendo con la etapa de la Transición. El "espíritu de Ávila" fue recordado en octubre de 2014 cuando se tributó un homenaje a Federico Cavero, el impulsor de la escuela y su primer director, entre 1979 y 1985, al que se le otorgó el nombre de una calle.