"Salimos a la calle para informar sobre la importancia que tiene el cuidado de nuestros riñones e impulsar la prevención de esta enfermedad silenciosa, que suele dar la cara una vez que se encuentra en estadios bastante avanzados", ha manifestado Bautista García, presidente de Alcer-Ávila.

"Sólo la prevención y el diagnóstico precoz pueden frenar el alto coste psicosocial y económico de la enfermedad renal crónica” con "estrategias en salud renal crónica".

Sistema sanitario
García llama a "hacer sostenible este sistema sanitario que tantos beneficios ha generado para los enfermos renales crónicos” y que "ha permitido a los pacientes renales tener acceso a los tratamientos y a un trasplante".

Alcer insta a poner en marcha una estrategia de la enfermedad renal crónica e instaurarla en todas las comunidades autónomas "para una verdadera prevención".

Los miembros de Alcer instalaron una mesa en el mercadillo el viernes, y el día anterior en el Hospital Provincial, ya que el jueves era el Día Mundial del Riñón.

Epidemia

La Asociación para la Lucha Contra las Enfermedades del Riñón (Alcer) ha llamado la atención que la enfermedad renal crónica (ERC) se haya convertido en una epidemia porque los nuevos casos "van aumentando con el tiempo y no se consiguen frenar, por lo que se ha convertido en un problema de salud pública".

El diez por ciento de la población española adulta la sufre y en determinados grupos de pacientes con hipertensión arterial o diabetes mellitus la prevalencia puede alcanzar el 35-40 por ciento, mientras que unos 25.000 pacientes están sometidos a diálisis en España y aproximadamente al mismo número de pacientes tienen un trasplante renal funcionante.

La ERC se produce cuando hay "una anomalía en la función del riñón que se manifiesta a través de los marcadores del daño renal. Las causas que lo producen pueden ser diversas, pero las más frecuentes son la diabetes, la hipertensión o las alteraciones vasculares.

Desde la Sociedad Española de Nefrología se destaca que "los riñones van de la mano del corazón, por lo que los hábitos de vida cardiosaludables son buenos para proteger la función de los riñones", ya que "cuando el riñón deja de funcionar más de un 50 por ciento, el resto se va agotando año a año, aunque los factores de riesgo estén controlados, es decir, que la progresión es inevitable". De ahí "la necesidad de inculcar medidas preventivas a la población, como son una dieta sana, reducir la sal, hacer ejercicio, no fumar, así como controlar la tensión arterial y el azúcar, e indicar que hay medicamentos que pueden lesionar los riñones si se toman sin control", por eso la necesidad de un diagnóstico precoz.