Estos elementos pasarán a formar parte de los fondos del centro o aula de interpretación del castro que el Ayuntamiento quiere levantar en El Raso con el apoyo de la Consejería de Cultura.

La donación tiene su origen en el ofrecimiento que el arqueólogo realizó en noviembre de 2013, cuando se le tributó un homenaje con un pleno extraordinario en El Raso y se dio su nombre a una calle, en reconocimiento a su dilatada trayectoria profesional y a la divulgación que realizó sobre uno de los más importantes yacimientos vetones.

Junto a herramientas propias de las excavaciones, como un nivel de topógrafo, jalones, plomadas y niveles, se encuentran objetos para documentar los hallazgos arqueológicos, como cámaras fotográficas y sus complementos, y material de dibujo, y algunas reproducciones en bronce -la Astarté de El Raso-, y monedas romanas de su colección, además de los siete cuadernos con los diarios de las excavaciones desde 1980.

De momento, todo el legado se acogerá en un espacio nuevo que el Ayuntamiento está acondicionando en El Raso, donde habrá espacios referidos al castro del Prao de la Carrera, de la Edad del Bronce; a las pinturas rupestres de Peña Escrita; a las tumbas de la necrópolis de Las Guijas; al castro de El Freillo; y al Santuario de Postoloboso, yacimientos que se encuentran en la parte raseña del término municipal de Candeleda.