Vecinos y amigos del pueblo, de la comarca y de la capital, y compañeros del malogrado agente, le despidieron con mucho dolor y pesadumbre. El cortejo fúnebre llegó ante un intenso silencio, que fue roto con una ovación que luego se repitió al salir.

La muerte del agente de 28 años fue un hecho "inesperado y súbito" para un joven al que "la vida no le ha sido fácil" por su temprana orfandad, ha confesado el párroco, Justo García, quien le bautizó y le dio la primera comunión en el colegio de las Madres Benedictinas de El Tiemblo.

Metas difíciles
A pesar de todo consiguió superar "muchas metas difíciles" con "trabajo, constancia y tesón, sentido de responsabilidad y sacrificio, salvando muchos obstáculos", y con la ayuda de su abuelo y de sus tíos, glosó el sacerdote, quien aseguró que para él era "un día muy doloroso".

El pueblo, y "todos los que le queríamos", "se ha sumido en un gran desconcierto y en una profunda tristeza y dolor”.

El párroco llamó también a "valorar" y "agradecer" la labor de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para “vivir en paz y libertad", a veces "con un alto precio como la propia vida".

Destinos
Las coronas que portaban los cuatro coches que se desplazaron hasta Navarredondilla daban fe de su paso por distintos destinos, como Cataluña, Málaga y el Tribunal Supremo, o del actual en la Brigada Móvil. También de sus amistades: "Tus amigos de Ávila no te olvidan", "Tus compañeros del cole", "Un buen amigo, una mejor persona” o “Siempre con nosotros, Javi”.

Al final de la ceremonia, seguida por megafonía desde el exterior, su hermana Jessica ha dicho sentirse “muy orgullosa” de la “gran persona” que era, y se ha dirigido a su cuñada y a su familia: "gracias por hacerle feliz", ha dicho.

Una veintena de agentes de la guardia de honor del Cuerpo Nacional de Policía de Ávila y varios efectivos de la Guardia Civil formaron ante la iglesia, antes de que seis agentes le trasladasen a hombros al cementerio.

El féretro iba cubierto con la bandera de España, sobre la que se encontraba la gorra del agente y la medalla de oro al mérito policial que le fue otorgada en la ceremonia celebrada en Madrid el sábado.

Entre los asistentes se encontraba el jefe superior de Policía de Castilla y León, Javier Peña; el subdelegado del Gobierno, José Luis Rivas; el presidente de la Diputación, Agustín González; el comisario de Policía, José Luis Tejedor; el teniente coronel de la Guardia Civil, Juan Manuel Llenderrozas; y el jefe de la Policía Local de la capital, José Miguel Jiménez.