La intervención se produjo a las 20,30 horas del viernes en el término municipal de la capital abulense. Entre los numerosos ataques de cánidos registrados en los últimos meses han destacado los ocurridos en fincas situadas en torno a la Nacional 403, tras pasar el Santuario de Sonsoles.

Según la Junta, la zona ha sufrido "uno de los mayores índices de ataques al ganado en los últimos años", por lo que se ha considerado "necesario" efectuar "el control de algún ejemplar en esta zona para tratar de disminuir los daños a la ganadería".

Se trata de una medida de control recogida en el Plan de Conservación y Gestión del Lobo, autorizada por la Consejería de Fomento y Medio Ambiente ante los ataques en las explotaciones ganaderas de la zona ante los "daños abundantes" y "presencia especialmente conflictiva".

Excepciones
La decisión de eliminar un ejemplar se toma en el marco de las excepciones de la Directiva Hábitats, de la Unión Europea, una actuación de carácter "excepcional" y como complemento a otras medidas, como la compensación de daños, muy criticada por los ganaderos.

En 2014 se abatieron dos ejemplares: en agosto entre Urraca-Miguel y Navalperal de Pinares, y en octubre en El Herradón.

El personal de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León realizó tareas de seguimiento de esta especie en la zona y, como consecuencia de estos trabajos previos, la patrulla de seguimiento de fauna Abatió este ejemplar.

Desde Medio Ambiente se ha indicado que "siempre se ha manifestado la necesidad de conservar el lobo como especie", y de que, frente a la opinión de las organizaciones agrarias, "debe ser compatible su presencia con la gestión y el aprovechamiento ganadero".