Tomás Villanueva, acompañado de la secretaria general del Ministerio de Industria, Energía y Turismo, Begoña Cristeto, ha mantenido una reunión este lunes con representantes del Comité de Empresa.

La Junta ha instado a los trabajadores a "seguir trabajando en el proceso abierto de negociación" con el empresa para "asegurar el futuro industrial" de la empresa, según se ha indicado en un comunicado, en el que la Administración autonómica considera "imprescindible" que se produzca un "acercamiento de posturas" por ambas partes para llegar a "puntos de encuentro que permitan visualizar" la continuidad de la factoría, y así asegurar "una mayor capacidad de producción y nuevas inversiones que posibiliten nuevos proyectos industriales".

Tanto la Junta como el Ministerio de Industria coinciden en pedir a la multinacional nipona un "compromiso real" con el plan industrial de 2010 que está aún en proceso de ejecución, así como "más carga de trabajo", así como "evitar ajustes traumáticos".

Negociación pactada
Y creen que en el caso de ser necesaria una reducción de plantilla se acuda a la "negociación pactada" para acometer lo que denominan "ajustes mínimos".

La postura de Nissan, que dio a conocer el 18 de diciembre el consejero director general y vicepresidente de las Operaciones Industriales de Nissan en España, Frank Torres, es que son necesarias 50 bajas, y que los empleados que iban a ser externalizados podrían mantenerse en Nissan a cambio de una reducción de salarios.

Todo ello encuadrado en un plan industrial de cara a conseguir en el futuro a la versión Euro6 del modelo NT400, con una inversión de 29 millones de euros.

Responsabilidad
Junta y Gobierno han pedido a Nissan y al Comité de Empresa "un nuevo ejercicio de responsabilidad" con el objetivo de "evitar posturas rupturistas", que "en nada beneficiarían al futuro de la fábrica".

Desde el Comité de Empresas, su presidente, Iván Zazo, ha manifestado que no tienen intención de levantarse de la mesa de negociación, porque "están dispuestos al diálogo". Quieren sentarse a negociar "lo antes posible" sobre su línea de "responsabilidad".

La convocatoria de huelga, que se produjo tras la última  intervención de Torres, se mantiene y es "inamovible" a no ser que la empresa "recapacite" y cambio de postura. La convocatoria se hizo extensiva a todos los sábados del primer trimestre.

Zazo ha expresado que sus tres condiciones están basadas en medidas "generadoras de empleo", una "garantía" para todos los trabajadores de la fábrica, y la ausencia de "despidos traumáticos".