Según publica Expansión, dicha advertencia aparece en el mismo informe pericial que cuestionaba la salida a Bolsa de Bankia, elaborado por dos inspectores del Banco de España cedidos al juez Fernando Andreu.

Este documento, de acuerdo con la información del citado periódico económico, identifica dos operaciones por las que cinco de las siete cajas habrían entrado en Bankia con cifras irreales de solvencia: la venta de un 30 por ciento de Bancaja Inversiones (Bisa) a Deutsche Bank y Guggenheim; y la colocación de preferentes y subordinadas aseguradas de Caja Segovia, Canarias, Rioja y Ávila a Caser.

Los peritos consideran que, debido a estas operaciones, las cajas computaron como recursos propios un dinero que tenía más características de depósitos que de capital.

Preferentes
En el caso de las preferentes colocadas a la aseguradora Caser, según el documento, Bankia decidió realizar un informe y enviarlo a la Dirección General de Seguros (DGS), al Fondo de Reestructuración (FROB) y al Banco de España ante presuntas irregularidades.

Caser compró 225 millones en seis emisiones de Caja Segovia, Canarias, Rioja y Ávila.

Según un informe interno de Bankia, estas preferentes tenían “compromisos formalizados de percepción por Caser de los flujos nominales de los cupones” y, además, posibilidad de “amortización anticipada del nominal mediante un pacto no incluido en el folleto de emisión”.

Aun así, una vez se produjo el rescate de Bankia, las preferentes en manos de Caser sí que sirvieron de capital y la aseguradora tuvo que asumir pérdidas por ellas, según Expansión, que publica además que la aseguradora intentó evitarlo con un burofax enviado en octubre de 2012 solicitando quedar al margen de la quita.