El recorrido ha visitado todos los templos que se ha encontrado a su paso, desde su salida a las 11,30, tras una misa, de la Parroquia de San Juan, adonde regresó pasadas las 14,30 horas del lunes.

La imagen de la virgen portaba el manto verde bordado en oro, una de las piezas más destacadas de su ajuar, con el que fue bendecida en 1954, al igual que la saya blanca que entonces vistió.

Lo que no llevaba el paso era el tradicional palio, lo que ha permitido que pasase con facilidad por el arco que lleva su nombre sin la dificultad añadida de los Lunes Santo.

Y es que en Semana Santa, los anderos deben ponerse de rodillas para que atraviese la virgen, después de que los servicios municipales retiren la farola que cuelga del arco.

La Santa

La procesión ha entrado en el Convento de La Santa, donde se ha encontrado con la imagen del Santísimo Cristo Amarrado a la Columna, con el que compartió procesión hace unos años.

También ha parado ante el convento de las Siervas de María; ante la iglesia de San Esteban, con cuya Cofradía de Nuestra Señora del Consuelo está hermanada; y ha visitado en la capilla de Mosén Rubí a las madres dominicas y a la Hermandad del Cristo de las Batallas.

La Virgen de la Esperanza no deberá esperar al próximo Lunes Santo para salir de su templo, ya que el 19 de diciembre será trasladada a la iglesia de San Ignacio de Loyola, desde donde saldrá en Semana Santa, ya que San Juan será una de las sedes de Las Edades del Hombre.