El laboratorio, que funciona desde hace un año, cuenta con "todos los recursos materiales de última generación y los medios humanos más capacitados" para la realización de análisis de suelos, purines, compost, fertilizantes y estudios agronómicos, según el decano de la Facultad de Ciencias y Artes, Pedro Mas.

Además, también pueden llevar a cabo análisis de aguas potables (grifos, sondeos y pozos), de riego, piscinas, residuales y análisis de biocombustibles (astillas, pelletes y plásticos).

En el mes de febrero, pasará la auditoria de la Entidad Nacional de Acreditación (ENAC) para obtener la 17025, con la que se convertiría en laboratorio acreditado y pionero en las universidades de Castilla y León. Ya cuenta con la certificación ISO 9001, mediante la que puede realizar análisis de agua.

Según el director, Óscar Sánchez-Morate, la particularidad del centro es que "no sólo se centra en ofrecer los resultados, sino que aportan soluciones ante las desviaciones concretas que se puedan presentar en cada uno de los casos, como, por ejemplo en los cultivos", para lo que cuentan con el respaldo de la Facultad de Ciencias.

Este hecho les ha ayudado a extender el trabajo a fuera de Castilla y León y contar con trabajos llegados desde Valencia, Santander, Córdoba o Albacete.