De la mano de la arquitecta técnica Mónica Cebada, del Taller Karuna, se hizo realidad la autoconstrucción del invernadero y semillero, con cubierta vegetal, para prácticas de botánica y energías renovables en el jardín del instituto, como "una forma de mejorar el sistema educativo actuando desde las aulas", según la memoria del proyecto, presentada el domingo en la feria Biocultura, celebrada en Madrid.

El proceso de levantar un invernadero respetuoso con el medio ambiente, para el que la Junta concedió apoyo incluyéndolo como programa de cooperación territorial y los profesores tuvieron antes que participar en un curso, se partió de que el jardín con el que cuenta el instituto había un huerto que mantienen los alumnos de Botánica Aplicada, y que se imparte el Ciclo de Grado Medio de Instalaciones Eléctricas y Automáticas.

El proyecto recorrió desde las primeras etapas de la búsqueda de ubicación, cimentación y creación de la estructura con vigas de madera, al momento de afrontar el cerramiento con pacas de paja y la creación de un botellero que ofreciera luz, para afrontar luego el revoco de las paredes con barro y arcilla, hasta el final creando el techo verde y decorando el invernadero.

En su desarrollo se incluyeron numerosas asignaturas cuyos aspectos fue necesario utilizar para llevar a cabo el proyecto, como Ciencias Naturales para conocer los factores de biohabilialidad; Matemáticas para aplicar el Teorema de Pitágoras; Tecnología para el estudio de materiales; el ciclo formativo para la instalación fotovoltaica y los automatismos electrónicos; Ciencias Sociales y Cultura Clásica para conocer  la arquitectura del Valle del Alberche; e Inglés para traducir el léxico medioambiental.

Adquirir competencias básicas en la interacción con el medio, el desarrollo artístico, y el trabajo de distintos grupos de alumnos fueron los objetivos conseguidos, en un proyecto que consiguió implicar a padres y madres, según se destaca en la memoria del trabajo, desarrollado el pasado curso.