La mayor cantidad es la de trigo, de 106.000 toneladas, producido en las 53.700 hectáreas sembradas, cifra mayor de las 58.000 de la superficie de cebada, cuya producción ha sido de 93.000 toneladas.

En el caso del centeno, la producción ha sido de 3.000 toneladas de las 2.500 hectáreas cultivadas, y la de avena ha sido de 1.000 toneladas en las 15.000 toneladas sembradas, según los datos estimados por UPA-COAG, quien ya advirtieron desde mayo malos datos para la cosecha, con “rendimientos muy irregulares entre parcelas y cultivos”, sobre todo en la cebada.

En el caso del centeno han destacado los resultados de la variedad híbrida, que ha conseguido mejores rendimientos duplicando en algunos casos la producción de las tradicionales.

La campaña se ha caracterizado por las altísimas temperaturas a mediados y últimos de mayo, y por la falta de precipitaciones durante junio, lo que ha motivado “una gran desigualdad de rendimientos entre zonas, dándose en general un grano con poco peso específico, especialmente en las parcelas que no estuvieron de barbecho, donde el asuramiento provocó unos rendimientos muy bajos”.