Tras jurar su cargo, se ha propuesto seguir las directrices del Plan Estratégico de la Policía, cuyos objetivos proponen una transformación centrada en la innovación tecnológica y el uso más eficiente de los recursos, a la vez que se ha planteado la lucha contra la ciberdelincuencia y la seguridad económica, además de estar al tanto de la "constante innovación" ante el "cambio vertiginoso" en los modos de delinquir.

Tejedor, que hasta ahora era jefe de Régimen Interior en la Escuela Nacional de Policía, ha dicho que no hay que mostrarse "ajeno" a la amenaza del terrorismo, “en especial del yihadista, aunque parezca un fenómeno muy alejado” de las murallas de la ciudad.

Seguridad y libertad
También ha destacado el “difícil equilibro” entre seguridad y libertad, para lo que ha citado a Benjamin Franklin al afirmar que “cualquier sociedad que renuncie a un poco de libertad para ganar un poco de seguridad no se merece ninguna de las dos cosas”.

“Nuestra sociedad no puede ni debe renunciar ni un ápice de su seguridad y libertad”, por lo que a la Policía le compete que esa aspiración sea una realidad porque es su “trabajo, responsabilidad y deber”, ha dicho.

El jefe superior de Policía de Castilla y León, Javier Peña, ha manifestado que aunque los tiempos son “difíciles” y “complejos”, el nuevo comisario aportará su “compromiso” para que el cuerpo policial “siga cumpliendo” con su “obligación” con la sociedad, que espera “y merece” que el trabajo diario de los efectivos sea una “muestra continua” de “convicciones y valores morales”, en los que la ética “presida todas las actuaciones”.

Entre las dificultades a las que tendrá que enfrentarse, ha destacado, está el hacer frente a la “incidencia de grupos criminales nacionales y extranjeros”, así como a “todo tipo de problemas de seguridad”.

Problemas
Según Peña, el comisario es un "profesional con garra” que sintetiza las “mejores virtudes” de un jefe policial, como la “profundidad en los análisis y juicios, prudencia en la acción, estilo y buen humor”.

Procedente de León, Tejedor llegó a Ávila hace más de 20 años, aunque ya estuvo como alumno de la primera promoción de la Escuela Superior de Policía en 1980. Fue destinado como inspector a Barcelona en 1982, y en 1990 llegó como profesor al centro policial como profesor de Defensa Personal Policial y de Armas, Tiro y Explosivos.

En 1996 ascendió a inspector-jefe y es nombrado jefe del Departamento Docente y después coordinador de la Formación de la Escala Básica. Cuando en 2005 ascendió a comisario fue destinado a Motril (Granada), para regresar a la escuela dos años después como jefe de Régimen Interior.

Al acto de toma de posesión -el jueves por la tarde- acudieron numerosos representantes institucionales, además de su antecesor, Jaime Velayos, que el martes tomó posesión como nuevo jefe superior de Policía de Cantabria.