A diferencia de todos los empleados de Caja de Ávila que ahora trabajan para Bankia, el caso de Espinosa es distinto, pues su contrato era de los denominados de alta dirección, y su blindaje superior a los cuatro millones de euros.

El secretario general del PSOE de Ávila, Tomás Blanco, ha sacado a la luz el asunto al calificar como de “moralmente inaceptable” la indemnización, aprobada por el Consejo de Administración de Caja de Ávila la semana pasada, aunque en la rueda de prensa ofrecida el viernes dijo no tener constancia documental del acuerdo, ya que los representantes socialistas en este órgano no estaban presentes en cumplimiento de una directriz de partido.

Blanco manifestó que “al parecer” la indemnización solicitada por Espinosa era de 600.000 euros, pero que el consejo la rebajó a 400.000. El presidente de Caja de Ávila, Agustín González, confirmó a Efe la aprobación de esa cantidad por el contrato blindado del director de la caja.

El nombramiento de Espinosa como director de la caja -en sustitución de Antonio Martín- coincide en el tiempo cuando el propio Blanco fue miembro del Consejo de Administración de Caja de Ávila, que aprobó su designación por unanimidad.

El secretario del PSOE ha anunciado que comunicará a la autoridad laboral -“si alguien se va de una empresa no tiene derecho cobrar una indemnización”-, y al Ministerio de Economía  y al Banco de España el cobro de esta cantidad: “no sabemos si es legal o no, pero sí inmoral”, a la vez que recordó los “numerosos perjuicios” ocasionados por la integración de Caja de Ávila en Bankia para la provincia abulense, tales como la destrucción de empleo, la supresión de servicios en el medio rural y la venta de participaciones preferentes.

El secretario del PSOE ha pedido a Espinosa que renuncie a la indemnización, como han hecho recientemente ex miembros del Gobierno. La indemnización pertenece a Caja de Ávila, no a Bankia, si bien el banco ha precisado no haber abonado cantidad alguna por este concepto.

También se ha explicado que la relación que mantiene con él es “laboral” desde junio, como director comercial de la zona oeste -cargo que ocupa desde la integración-, que engloba Ávila, Extremadura, Salamanca, Zamora y Galicia, con “una retribución similar a la del resto de los directores comerciales” de entidad.

Cuando el 31 de diciembre de 2011 Bankia ofreció el documento, de acuerdo a la obligación del Banco de España, con los detalles de las retribuciones de los miembros del Consejo de Administración y del Comité de Dirección, en el que se conoció que Agustín González había percibido 224.094 euros (37,2 millones de pesetas), no se indicaban los datos de Espinosa, y se señalaba que “no se había logrado su consentimiento para la difusión” de lo recibido como tampoco del contrato blindado ni del sistema de ahorro a largo plazo.

Nueva asamblea
Por otra parte, Blanco ha insistido en que el PSOE no ha querido participar en el reciente proceso electoral para constituir la nueva asamblea de Caja de Ávila, que se celebrará el 9 de agosto, porque se trata de una “pantomima”, ya que después de que Bankia fuese nacionalizada y se quedase con la entidad abulense, se trata de “una caja fantasma”, que sólo gestionará la obra social.

También ha asegurado que las Cortes de Castilla y León no han elegido a sus 19 representantes en la asamblea, y que la Junta ha instado a Caja de Ávila a no celebrar el “absurdo” proceso electoral, a lo que se hizo caso omiso, de lo que responsabiliza al PP de Ávila y su intención de “huir hacia adelante” y sus malas relaciones con el Partido Popular de Castilla y León.