El líder de Mojinos Escozíos se quedó con el personal, y el público lo agradeció para una noche que reunió a cerca de 3.000 espectadores.

Para un grupo con 20 años de historia, 14 discos y miles de kilómetros de carretera, tuvieron tiempo de recordar viejas canciones, pero también de tocar los temas más nuevos, como el 'Semos unas máquinas' con el que comenzó el concierto y que da título a su último trabajo, y que con facilidad se convierten en auténticos himnos.

'Al carajo' y 'Que güeno que estoy' son algunos de esos temas que hicieron reír y bailar que se divirtió con las ocurrencias de 'El Sevilla', aquel que un día decidió seguir la música de sus bandas heavys favoritas añadiendo toda la gracia posible de su vida cotidiana. Y la de sus seguidores.