Según detectaron en el seguimiento de puntos negros de mortalidad de avifauna el 9 de agosto, hallaron los cadáveres de dos cigüeñas blancas colgadas en sendas torretas y restos de otro cadáver en la base de un poste metálico del tendido eléctrico, además de un córvido muerto.

La asociación conservacionista demanda la implicación de la empresa responsable de los tendidos y de la Administración, lo que es "cada vez más habitual dada la gran concentración de aves que acuden diariamente en busca de alimento al área de rechazo del centro", según su presidente, José Aguilera.

Piden aplicar los planes de recuperación que incluyen la remodelación de las torretas y la señalización de los cableados en las líneas eléctricas más peligrosas, y exigen que en la inversión de nueve millones de euros que se inició en febrero en el centro se incluyan "mejoras necesarias para minimizar el impacto".

"La peligrosidad de este tramo de tendido eléctrico de alta tensión  puede considerarse muy alta", asegura. Las torretas sin bóveda y con aisladores suspendidos, falta de señalización y salvapájaros en las líneas de distribución son factores perjudiciales, junto con la falta de posaderos naturales.