"Estos suelos, que tradicionalmente estaban húmedos, incluso en esta época del año, se encuentran secos", ha mostrado sobre los ábsides el párroco, Diego Martín Peñas, dando fe de los efectos del tratamiento antihumedades, que estropeaban también el granito de La Colilla del templo.

Los trabajos de restauración de la iglesia, tras diez meses, han concluido. En este tiempo se han descubierto en la capilla de San Jerónimo, en el ábside sur, parte de unas pinturas murales -datadas a comienzos del siglo XVI- que se ocultaban tras el retablo del siglo XVII, que ha sido trasladado de lugar al brazo del lado de la Epístola del crucero. El altar de granito que allí estaba ha quedado adosado a la pared, ya que por su forma curva los restauradores creen que fue su lugar original y que data del mismo momento que la decoración pintada.

En el ábside norte, en la capilla de la Inmaculada Concepción, al eliminar el enlucido blanco que cubría el interior de la ventana oriental, ha aparecido una escena completa pintada de La Anunciación.

Las obras han estado a cargo de la Fundación del Patrimonio Histórico de Castilla y León, que se ha hecho cargo de la mitad del presupuesto, 416.000 euros, mientras que la otra parte la ha pagado la parroquia, lo que ha sido destacado por el párroco como un "compromiso serio" en un momento donde la Iglesia debe prestar atención social.

Daños a la piedra

Para alejar el agua de lluvia y de riego del exterior de los ábsides, la vegetación se ha apartado con una pavimentación que impide que se filtre a los cimientos y la conduce hacia un canal enterrado. Además, se ha intervenido en las cubiertas de los ábsides para restituir su función de cobijo impermeable y de evacuación de agua, para que así no resbale por cornisas y muros y dañe la piedra.

La humedad también hacía mella sobre la decoración interior, pinturas murales, retablos y otros elementos de los ábsides.

Durante el tiempo que duró la restauración, se instaló una pasarela que ha permitido a 15.000 personas el trabajo de los restauradores junto al ábside norte.

A la entrega de las obras ha acudido el director de la fundación, Ramón Álvarez; el presidente de la Fundación Caja de Ávila, Pablo Luis Gómez; y el delegado de Patrimonio de la diócesis, Óscar Robledo.
Gómez ha subrayado el "trabajo serio e intenso" de los más de 30  profesionales de distintas disciplinas que han intervenido en la decimonovena restauración que la fundación ha realizado en la provincia desde hace 17 años, con una inversión cercana a los seis millones de euros.