La cara y la fisonomía de la plaza se verá modificada con las obras que llevará consigo su peatonalización y que se confía terminen antes del 15 de octubre, cuando se iniciará el centenario de Santa Teresa.

Adjudicadas por 131.792 euros, el plazo de los trabajos es de cuatro meses. La financiación corre a cuenta de la Diputación, pero la gestión es del Ayuntamiento en virtud de acuerdo entre ambas instituciones.

La circulación se mantendrá entre la plaza del Rastro hacia la calle Madre Soledad y la plaza de La Santa, pero serán peatonalizadas dos calles: Sancho Dávila, desde Martín Carramolino a la Diputación, y Marcelino Santiago, entre el Torreón de los Guzmanes y el Palacio de Superunda.

Los aparcamientos de la calle Madre Soledad, junto a la Agencia de Administración Tributaria, se mantendrán.

La imagen de San Juan de la Cruz quedará con un muro más bajo detrás suyo para evitar la opacidad que suponía el que existía hasta ahora.