Del Sábado, 06 de Septiembre de 2025 al Miércoles, 10 de Septiembre de 2025
Un año de PP
Hablaban de la curva laffer (1,2) como si fuera prima hermana, tenían tropecientos mil masters, y enarcaban con donaire las cejas.
Ellos, ¿subir los impuestos? ¡por favor! y aquí, miraban al interlocutor con ademan de liberal autentico, ¡lo sabemos hacer! decían, lo hicimos en el 96 y lo volveremos a hacer.
Y displicentes, muy displicentes recordaban el desastre de Zapatero y la subida del IVA, que retraía el consumo y no creaba empleo. Y los autónomos con su obligación de declarar el IVA (aún sin haberlo cobrado), ¡que intolerable!. Con ellos esas cosas no pasan.
¡NO!, no era un problema de déficit, ni de crisis económica ni de modelo de Estado, era un problema de confianza. Claro, quién iba a confiar en un país donde el presidente era Zapatero. Cuando ellos gobernaran, volvería España al lugar que le corresponde.
El mundo en vilo pendiente del lector del Marca, del señor de provincias normal, sin extravagancias, siempre sensato, siempre fiable. “Yo no soy como ustedes” decía el lector del Marca en el debate con Rubalcaba, “yo no miento, y no tocaré las pensiones, ni la sanidad ni la educación”.
Y sus candidatos, entre pensar o tirar de argumentario, con entusiasmo escogieron lo segundo. Tomaron a los ciudadanos por menores de edad y ocultaron la verdad por miedo a perder votos.
La sombra de Zapatero, corto de hechos, largo de lengua, y de infinita ineptitud amparaba un deseo entreverado en desesperación para que cambiara el gobierno.
Y se votó a Rajoy, sin entusiasmo, como quién escoge tirarse de un quinto piso en lugar de un sexto, pero algo de esperanza había, al fin y al cabo no puede haber nada peor que Zapatero.
Ahora, ellos hablan. Pero lo que se escucha, son sus hechos. Suben el IVA, el IRPF, el IBI. Saquean a los contribuyentes bajo la bandera de la lucha contra el déficit, pero no eliminan empresas ni televisiones públicas. A cambio se ofrece sacrificio y esfuerzo. ¡Ajeno, por supuesto!.
Los ciudadanos comprueban como hacen exactamente lo contrario de lo que dijeron en nombre de lo que dijeron, ¡cuánto cinismo!, ¡cuánta desverguenza para tan liviano talento!
No tienen ni la decencia de predicar con el ejemplo, ni la inteligencia de legitimarse con su comportamiento. Los partidos siguen recibiendo subvenciones, los sindicatos también, no se reducen los privilegios de la casta política mientras los recortes en educación, en sanidad y, ahora además, las abusivas tasas judiciales retratan su cinismo, su cobardía, su mentira programada y consciente.
Y así día a día ha pasado un año. Pero otros días vendrán, ayuntados a las preguntas sin respuesta, que los ciudadanos formulan y no olvidan;
¿Por qué no se juzga a los responsables de todas las cajas de ahorro quebradas?
¿Tendrá algo que ver la ruina de las cajas de ahorros con la financiación de los partidos políticos?
¿Cuántas cajas de ahorro y bancos han condonado créditos e intereses a los partidos políticos, por qué y a cambio de qué?
¿Para qué sirven el Senado, las diputaciones, los parlamentos regionales y las televisiones autonómicas?
¿Por qué el Tribunal de Cuentas no tiene capacidad sancionadora?
¿Por qué España está a la cola en educación, y a la cabeza en alcoholismo, drogadicción y avance de la corrupción pública?
¿Tan inútiles son que tienen que entregar la gestión de la sanidad a empresas privadas?, Tan poco se fían de ellos como gestores o ¿es que se conocen demasiado?
Quizás la falta de respuestas lleve a la lucidez y la ciudadanía asocie partitocracia y bipartidismo a corrupción, ineficiencia y latrocinio, y la próxima vez ya no colará el cambio de partido para que nada cambie cuando todo cambia, se acaba el “adiós PP hola PSOE” y se vota democracia de verdad, donde lo importante es ser “decente” antes que de, derechas de izquierdas o de centro.
A lo mejor y por el bien de todos se hunden en el barrizal de la historia PP/PSOE, y surgen dos partidos modernos, de verdad democráticos donde no haya Pajines, ni Zapateros, ni Rajoys, ni Cospedales.
Si eso fuera así, y pasamos de la partitocracia a la democracia, la crisis no se acabará, pero la vida pública no dará asco, y eso ya es algo, mucho más de lo que ahora tenemos……
1. Curva laffer: diseñada por el economista Arthur Betz Laffer”, defiende que cuando se rebajan impuestos es cuando se recauda más.
2. Manta repetido por los candidatos del PP en todos los debates electorales, con tono místico-asertivo y mirada fija a la cámara aconsejada por asesor de imagen que cobra un pastizal.
PINOCHO | Jueves, 20 de Diciembre de 2012 a las 18:58:48 horas
UPyD se ha abstenido en la votación de la privatización de la Sanidad. Es decir, no ha votado en contra. Es decir la privatización de los servicios públicos y la extinción de nuestro derecho universal a la salud les importa una mierda. UPyD CÓMPLICES DEL PP. ¿Qué opinión le merece esta noticia Sr. Represa?
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